El Parque Municipal "El Refugio del Quetzal" está ubicado en San Rafael Pie de la Cuesta, San Marcos, a dos horas y media de Quetzaltenango. Se trata de un área protegida, que se encuentra dentro del Sistema Guatemalteco de Áreas Protegidas (SIGAP) y el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP), sirviendo también como santuario para otras especies de animales.
Este precioso lugar fue descubierto tras la búsqueda de fuentes de agua naturales para abastecer a las comunidades vecinas, quienes al llegar se encuentran con el santuario de nuestra ave nacional, el Quetzal. El refugio abrió sus puertas por primera vez en el año de 2004.
Según explican los expertos, la mejor época para visitar el refugio es entre los meses de enero y mayo, momento en que inicia el anidamiento de los Quetzales, para el que tanto la hembra como el macho construyen su nido. Todo el proceso es muy interesante, pues hembra y macho se turnan para cuidar el nido; cuando los pichones nacen, también son ambos quienes les alimentan y les cuidan, en un período que dura entre 22 a 28 días. Los guardias del bosque monitorean cada etapa, además de cuidar los nidos de las ardillas y de otros animales que pueden robar los huevos de Quetzal.
Cuando los pichones están listos para volar ocurre una escena muy interesante: en este momento de la "iniciación” llegan otros quetzales, hembras y machos, a observar esos primeros vuelos; así que, acompañados, no solamente de sus padres sino de la comunidad entera, esos pichones dejan el nido y alzan su vuelo.
De camino hacia el refugio se pueden observar paisajes hermosos, una vegetación muy diversa, y se atraviesan ciudades con una dinámica e infraestructura muy interesantes. Unos kilómetros antes de llegar al lugar, hay un mirador desde donde se puede observar el Volcán Tajumulco, punto más alto de Guatemala y Centroamérica, además del Volcán Tacaná, limítrofe entre Guatemala y México, regalándole al espectador una vista impresionante y majestuosa.
Dentro del refugio, hay todo un mundo por descubrir: senderos, cataratas, riachuelos, puentes colgantes, además de una gran variedad de flora y fauna. Hay dos senderos: uno corto, en donde se encuentra el área de avistamiento del Quetzal; y el largo, que se puede recorrer en dos horas. Inmersos entre aromas, sonidos, texturas y colores, la experiencia produce calma y paz, renovando también el alma. La caminata es bastante amigable, con áreas un poco resbalosas y con lodo, por lo que se recomienda utilizar zapatos adecuados. y capas impermeables. Debido a que se trata de un bosque nuboso, la lluvia suele aparecer a partir de las 11:00 a.m.
Adicionalmente, hay áreas de descanso y mesas para hacer picnic, pero con la responsabilidad de recoger posteriormente la basura y dejar el lugar limpio. El refugio abre de lunes a domingo, de 7:00 a 16:00 horas.
Agradecimiento especial: Juan José Barrios e Ilder Girón (CONAP) y Maco Xicay (INGUAT), por el tiempo y la información compartida.
SOBRE LA AUTORA:
Erika Barrientos es mercadóloga, emprendedora y coach de vida. Una mujer apasionada por lo que hace y agradecida con la vida, que le apasiona conocer lugares, culturas y personas. "Creo que la clave para vivir una vida plena está en volver a la esencia, en encontrar el equilibrio."
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